miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los de afuera vinimos a aprender

http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/los-de-afuera-…mos-a-aprender-519342.html

Acabó ya esta Feria Jesús del Gran Poder, un abono histórico y polémico por las circunstancias que la han rodeado, pero también esclarecedor, pues ha servido para que se pongan en evidencia muy interesantes conclusiones.

La primera, la básica, es que una corrida sin la muerte del toro en el ruedo es un sucedáneo, una perversión blanda e hipócrita del auténtico sentido de la lidia. La que dieron en llamar "vía criolla" ha dejado en el espectador una triste sensación de vacío cada tarde, cuando la hora de la verdad, que es la de la estocada, se convertía en un minuto de farsa.

Y más aún cuando el absurdo se prolongaba en esa vuelta del toro, sin la dignidad ni la grandeza debidas, camino del puntillazo final en la oscuridad de los chiqueros, oculto a la mirada de los hipócritas que creyeron que su ambiguo discurso político había encontrado por ahí una vía airosa para disimular su falta de valor para defender las libertades de los ciudadanos.

Pero se equivocaron. Esa pantomima del final de cada faena solo ha conseguido alentar y reforzar aún más el sentimiento taurino de los quiteños, de una afición y de un colectivo profesional que, tarde a tarde, ha dado una monumental lección de civismo y de democracia, acatando las medidas represoras pero exigiendo en un solo grito la libertad que se les niega. Haciéndose oír con fuerza entre el ruido mediático, las coacciones y las mentiras.

Los que vinimos desde fuera a presenciar las corridas quiteñas creímos en principio que lo hacíamos para apoyar a nuestros hermanos ecuatorianos de pasión. Pero, ahora que se cerraron las puertas de Iñaquito, somos conscientes de que realmente hemos venido a Quito a aprender: a saber cómo han de hacerse las cosas, cómo deben coordinarse las estrategias, cómo ha de protestarse en defensa de este espectáculo único, de este rito milenario que son las corridas de toros.

Enhorabuena, quiteños. Nos habéis dado una lección y nos habéis marcado el camino a seguir. Nos vemos el año que viene, esperando que de una vez por todas vuestra lucha haya conseguido imponer el sentido común y haya devuelto su esencia a las corridas de toros de la línea equinoccial. Fue un placer y un orgullo estar con vosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LOS QUITEÑOS SOMOS TAURINOS, QUE ES LO QUYE DICES CERDO CRIMINAL, LOS QUITEÑOS AMUCHA HONRA SOMOS GENTE DE BIEN, LOS TAURINOS DE QUITO, SON UNA GAVILLA DE ALCOHOLICOS, PROXENETAS, PROSTITUTAS Y PERVERTIDOS QUE ASISTEN A ESE CAMPO DE CONCENTRACIÓN A OBSERVAR EL SACRIFICIO DE UN MARTIR. MALDITOS CRIMINALES SE LES ACBA EL NEGOCIO DE MUERTE, PUES QUITO ALTIVO Y SOBERANO NO PERMITIRA OTRA CORRIDA DE TOROS.